SOMOS SERES RELACIONALES: Spinoza, Naturaleza y Potencia de Ser.

 .

Spinoza dice que los seres humanos somos seres relacionales. Esto significa que podemos relacionarnos con los demás, podemos afectarlos y ser afectados por los mismos. Esto pasa porque todos somos “cachitos” (modos) individuales de una misma sustancia infinita que, para Spinoza, sería Dios, ese Dios que él ve como "la Naturaleza".

Dios o la Naturaleza es como un gran todo que lo abarca todo, y nosotros somos como pequeñas partes de ese todo. En su libro Ética demostrada según el orden geométrico, dice que Dios tiene infinitos atributos (como diferentes formas de expresarse), pero nosotros solo podemos entender dos: el pensamiento (las ideas y la mente) y la extensión (los cuerpos y las cosas materiales). Así que cada persona es como una expresión de Dios/Naturaleza y no algo separado.

El filósofo también plantea el modo de relacionarnos con el mundo afecta nuestra potencia de ser, Por ejemplo, si a una persona le pasan cosas malas su potencia de ser disminuye, haciendo que se encuentre más triste; en cambio, si le pasan cosas buenas su potencia de ser aumenta pudiendo alcanzar un estado de éxtasis o sentimiento positivo que identificamos como "Felicidad".

En la Ética, Spinoza habla mucho de los afectos, que son como los sentimientos y emociones que modifican nuestra potencia de ser. Por ejemplo, cuando alguien te excluye de un grupo de WhatsApp y te sentís mal o solo, ese es un afecto pasivo (una pasión) porque no sos el causante principal de esa tristeza. En cambio, si entendés que esa persona te excluyó porque quizá también está enojada o insegura, podés decidir no tomártelo tan a pecho y buscar otras amistades que te valoren. Ahí estás usando la razón y sos un poco más libre.

Decimos que somos seres relacionales porque, al relacionarnos con otras personas y/u otros cuerpos, nuestra potencia de ser aumenta o disminuye dependiendo de si esas relaciones son buenas o malas para nosotros. Por ejemplo, en su ética, Spinoza dice que la envidia y el odio nos debilitan y nos hacen menos libres, como cuando sentís celos porque a un amigo le va bien en algo y te enojas con él sin motivo. Pero si sentís alegría genuina por lo que le pasa a tu amigo, eso te hace más fuerte y libre. También podés hacer que otros se sientan bien o mal con tus acciones, como cuando ayudás a alguien a estudiar para una prueba (tu potencia de ser aumenta) o cuando te burlás de alguien (disminuís la potencia de ser de esa persona).

Las afeccionas que tienen las relaciones sobre nosotros son las que nos convierten en esos "seres relacionales". Spinoza afirma que cuanto más conocemos nuestras causas y nuestros afectos, más libres somos. Esa libertad no es individual, sino relacional: libres somos cuando podemos componer con otros modos de existencia que nos fortalecen.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares